martes, 24 de mayo de 2011

Nada me faltará

El Salmista dijo:

"Jehová es mi Pastor, nada me faltará".

Salmos 23:1


La confianza que él tenía en Dios después de haberle conocido por años le daba la oportunidad de saber que, a pesar de cualquier prueba o dificultad que viniera, Dios estaría con él y nada -absolutamente nada- le faltaría.

Confiar en Dios y tener fe es muy difícil para la razón.

Implica "dejarse caer" en Sus brazos y depender de Él en todo momento. Cualquiera que sea la situación, no importando el problema.

Tal vez no sabemos que será lo que venga, o a dónde nos llevará y qué nos enseñará el Señor, pero de algo estoy seguro: "Estar con Él, creer en Él y confiar en Él es la mejor decisión."


Oración:

Dios, gracias por un nuevo día y por darnos la oportunidad de acercarnos a tu presencia.

Gracias Padre porque podemos confiar en que si Tú eres nuestro Pastor, NADA NOS FALTARÁ.

Amén!


* Si aún no conoces a Dios, te invito a conocerle y a experimentar esa confianza en Él.

Es muy sencillo, simplemente con tus palabras, puedes hacer una oración, pedirle que perdone lo malo que has echo y que te limpie de pecado. Así mismo, invitarlo a vivir en tu corazón. Dios te bendiga!



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Oremos los unos por lo otros.

Oremos por aquellos que -aunque nosotros no lo sepamos- están en necesidad.

Oremos por nuestros pastores.

Oremos por cada joven que está en tentación, para que pueda vencerla.

Oremos por cada joven, para que pueda ser luz en la oscuridad.





DIOS TE BENDIGA!

lunes, 9 de mayo de 2011

Cristianos que afectan la historia

Una de las situaciones que me sorprende y me causa un poco de desesperación sucede cuando tengo una pluma -un bolígrafo- que no funciona, que no raya.

Me ha pasado en todo tipo de momentos pero el que más recuerdo –y que más frecuentemente me sigue pasando- es cuando estoy hablando al teléfono y necesito anotar algunos datos importantes.

En el momento en que me sucede me hace desesperar –porque estoy al teléfono! Y necesito correr a conseguir otra que sí funcione y pueda de esa manera escribir lo necesario.

Creo que todos hemos pasado por algo así; ya sea como yo, con una pluma o bien con alguna otra cosa que, cuando no nos sirve, nos desespera un poco y nos causa el deseo de querer tirarla y no volver a saber más de ella porque no está cumpliendo el propósito para el cual fue creada.

Esto me lleva a pensar que, cada cosa tiene una función específica y para la cual existe.

Nosotros, como cristianos, tenemos un propósito y encuentro, al menos dos cosas que, como hijos de Dios, debemos hacer. La primera de ellas es dar amor y la segunda es dar esperanza. Cuando cumplimos nuestro propósito tendremos la posibilidad de ser cristianos afectan la historia y no solo la leen.


Les invito a meditar acerca de esto con un pasaje de la Biblia.

“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No sirve más para nada sino para ser echada fuera y hollada por los hombres” – Mateo 5:13


Comparación que hace Jesús: Discípulos - La sal

Mientras leía este pasaje me preguntaba ¿porqué el Señor Jesús nos comparó con la sal? Y me dispuse a buscar información acerca de ésta. Dentro de esta información encontré al menos dos beneficios que concede la sal.

· La sal da sabor

La característica tal vez más importante de la sal es que “da sabor”.

En varias ocasiones he comido algo que está desabrido o insípido y la verdad no es muy agradable. Lo primero que se me viene a la mente es: “le falta un poco de sal” y al ponérsela, el gusto de mi comida cambia, sabe mejor.

Algo que tiene buen sabor es agradable al gusto, dan ganas de seguirlo comiendo, de disfrutarlo, de obtener más; y cuando algo sabe bien, nos provoca una sonrisa.

Nosotros como cristianos, también tenemos una característica que debe ser muy importante: el amor.

Cuando hemos recibido y damos del amor que Dios nos ha dado, nos convertimos en personas agradables, la gente va a querer pasar más tiempo con nosotros, van a querer tener lo que nosotros tenemos.

Un cristiano no debe ser una persona seria, insípida, sin alegría. Por el contrario, debe de ser una persona que esté llena de gozo, alegría y paz que sólo Dios puede dar. Que esté llena del amor de Dios. Y que invite a otros a querer recibir del amor que nosotros hemos recibido. Que afecte la historia, no solo la lea.

· La sal conserva

La segunda característica importante que encontré es que la sal “conserva”.

Antes de que existieran los grandes refrigeradores que permiten que la carne o el pescado se conserve por más tiempo, en la Edad Media, se utilizaba la sal como conservador. En aquél tiempo cuando tenían que trasladar cantidades de pescado o carne por largas distancias, llenaban de sal los productos para que pudieran llegar a sus destinos sin echarse a perder o estar podridos. La sal aún se usa como conservador para algunas cosas.

Esta característica de la sal, la comparo a algo con que los cristianos contamos que es: la esperanza.

La esperanza que Cristo Jesús nos provee es algo que nos permite seguir en Su camino y que nos ayuda a alejarnos de las tentaciones.

Así como la sal conserva por más tiempo los alimentos, la esperanza en Él nos permite estar tranquilos acerca de lo que sucederá día a día, nos proveerá de su paz y confianza de que algún día estaremos con Él.

Y así como la sal evita que la carne o el pescado se echen a perder, la esperanza nos motivará cada día a alejarnos de las tentaciones que existen. A mantenernos firmes en la convicción de afectar nuestra historia, no solo leerla.

La sal conserva, la esperanza en Dios, nos da vida eterna.

Me es grato encontrarme una pluma que cumple su función; me satisface cuando cada cosa que utilizo sirve de la manera correcta.

Un buen cristiano que afecta su historia y no solo la lee es aquel que tiene amor y esperanza para compartir. Que invita a otros a tener lo que él tiene.

Tal vez es tiempo de que usted y yo evaluemos nuestro desempeño como cristianos, como hijos de Dios y si en el proceso nos damos cuenta de que no estamos cumpliendo con nuestro propósito, debemos saber que aún hay tiempo de considerarlo y empezar a hacerlo.

Meditemos en esto.


Dios te bendiga!

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