viernes, 27 de abril de 2012

¡Atendamos el llamado!


En mis tiempos como estudiante de la Escuela Secundaria tuve la oportunidad de pertenecer a la Banda de Guerra Escolar. Esta era una actividad extraescolar y la verdad no era fácil ya que requería disciplina y esfuerzo en todo momento: llegar temprano, ensayar formaciones, preparar toques, estar bien uniformados, ser buenos estudiantes, entre otras; pero me dejó gratos recuerdos ya que los compañeros de clase y aún los maestros nos respetaban y nos hacían sentir como el pequeño ejercito escolar.

Recuerdo mucho a mi Sargento, el Profesor Camacho, un hombre amable y atento pero al mismo tiempo alguien serio y respetable.
Al tiempo de estar reunidos si escuchábamos el toque “Llamado de banda” no importaba dónde estuviéramos o lo que estuviéramos haciendo todos teníamos que presentarnos lo más pronto posible frente a él, bien formados, uniformados, con el instrumento listo y dispuestos a hacer lo que se nos solicitara. Era un llamado que no dejaba fuera a nadie del grupo y que nos provocaba estar en alerta todo el tiempo mientras estuviéramos ahí.

Hay llamados que suelen ser muy interesantes y que nos ponen en alerta.
Seguramente tienes una experiencia con alguno; puede ser que hayas experimentado un llamado de emergencia si estuviste cerca alguna contingencia, o tal vez un llamado de tránsito al andar en un automóvil o bien, aquél llamado que hacía mamá para que todos estuviéramos a la mesa, listos para comer.

Hay dos versículos en la Biblia que llaman poderosamente mi atención y se encuentran en el Libro de Mateo, en el capítulo 28 y son los versos 19 y 20:

"Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo".

Éstas palabras son conocidas como “La Gran Comisión” y expresan una orden que dejó Jesús a sus discípulos antes de ascender al cielo.

Vayan y hagan discípulos, bautícenlos y enséñenlos a guardar los mandamientos.

Como cristianos tenemos una meta, un objetivo que alcanzar: “Ser como Jesús”; ser fieles discípulos de Él.

Tu y yo somos cristianos y como discípulos de Jesús debemos reconocer que este llamado aún es vigente para nosotros hoy día.

Jesús no está llamando solamente a “algunos” a su servicio. Él está llamando a todos aquellos cristianos, a todos nosotros los que somos discípulos de Él.

Tal y como lo hacía el Sargento Camacho con el “Llamado de Banda” hoy día Jesús nos está llamando, no importa donde estemos o lo que estemos haciendo, a estar dispuestos a servirle en lo que Él nos solicite.

¿Has escuchado el llamado de Dios? ¿Está tu corazón dispuesto a servirle?
Éste es nuestro tiempo. Él nos está llamando a ir y hacer discípulos, a bautizar en su nombre y a enseñar sus mandamientos a todas las personas que no le conocen. ¡Atendamos el llamado!