martes, 27 de diciembre de 2016

Vale la pena servir, es una aventura emocionante y Dios cumple sueños!

Desde hace algunos años, Dios me ha concedido la oportunidad de ministrar a los jóvenes a través de talleres, conferencias y predicaciones en cultos, reuniones, campamentos y alguna que otra actividad más...

Hoy, antes de concluir el año 2016, y recién regresando de un Campamento Juvenil en Chiapas, he estado reflexionando algunas ideas:

1. Vale la pena servir.
No importa el cansancio, no importa el esfuerzo, no importa el tiempo invertido, no importa el lugar; siempre que servimos a Dios, vale la pena porque a través del servicio ministerial él brinda experiencias únicas e inigualables que de otra manera seguramente no hubiera logrado tener nunca.

2. Es una aventura emocionante.
Vivir el evangelio es emocionante!
Ver cómo las personas reciben el mensaje:
Algunas se incomodan, se molestan, se inquietan o se intrigan,
Otras tantas se llenan de esperanza, se enamoran, se vivifican y se apasionan.
Eso es Jesús! Y Él es la aventura más emocionante que he podido vivir.

3. Dios cumple sueños.
Desde pequeño soñé, algunas veces dormido y otras más despierto, con lograr cosas, visitar lugares, conocer personas o hacer locuras, y nunca imaginé que Dios caminara por mis sueños, de echo, ahora que lo pienso, me di cuenta que nunca fueron míos, sino de Él, sembrándolos en lo más profundo de mi ser.
Hace poco aconseje a un chico en Chiapas algo que aprendí en el camino:
"Sueña, todo lo que puedas,
Trabaja, esfuérzate por avanzar lo más que puedas con la ayuda de Dios,
Entrega, todos tus planes a Él cuando ya no puedas más y
Olvida, deja que Él sea quien te lo recuerde y decida el tiempo de cumplirlos".

Hay muchas cosas más por decir.
Seguro que sí!

Pero también hay mucho más por aprender.
Así que, seamos en la línea.

Dios, como aquél día te dije, hoy lo repito:
"Estoy en tus manos, úsame como quieras, es una aventura servirte, aquí estoy".